Revelando secretos ¿Como tener sexo en un avión?
agosto 18, 2017
“Cuál es el lugar más
raro donde has mantenido relaciones?”. Si tal pregunta ha surgido como una
broma en una reunión desinhibida entre amigos, seguro que algún
aventurado habrá dado la respuesta que todo el mundo esperaba escuchar: “en un
avión”.
Parece imposible que
tantas personas presuman de haber llevado a cabo semejante práctica, ¿se están
tirando un farol o realmente es tan fácil cumplir con la fantasía? La sola idea
de hacer el amor en un lugar donde no hay espacio para la privacidad alza
la libido de aquellos que prefieren los lugares públicos en vez de la intimidad
de la cama. Según el diario ‘The Sun’, parece ser que, para más inri,
los orgasmos a 10.000 metros de altitud son mucho más intensos, tanto porque
hay un poco menos de oxígeno en el aire, como por los efectos que causa en el
cerebro una presión atmosférica más baja.
Los medios se hicieron
eco, recientemente, del caso de una pareja británica que se puso a mantener
relaciones en un vuelo entre Manchester e Ibiza. La situación podrá sorprender
por su carácter excepcional, pero los movimientos para que más y más gente
tenga relaciones durante un vuelo parece que están avanzando. Baste como
ejemplo el desarrollo de la aplicación Wingman, todavía en versión beta, pero que se vende ya como
todo un Tinder de los aires para que los trayectos se hagan menos
aburridos y en compañía.
Realidad o falsa
presunción, no hay duda de que existe mucha curiosidad sobre la posibilidad de
practicar sexo en una aeronave. Por dicho motivo, el medio online ‘Thrillist’
ha decidido dejar a un lado la charlatanería e investigar de verdad cómo se
podría realizar esta fantasía que tantos quieren consumar. Para ello ha
decidido preguntar a las personas que conocen mejor tanto los espacios en los
aviones como el comportamiento de los pasajeros: el personal de cabina.
Reuniendo pues, sus consejos, se ofrecen tres posibles estrategias para que
nadie en el avión se entere de un posible momento de intimidad entre dos
amantes pasajeros.
1.
En vuelos internacionales nocturnos
Es en estos viajes
donde la técnica a seguir resulta más sencilla. Los aviones que realizan
trayectos transoceánicos son grandes cuatrimotores, como el Airbus A340 o el
Boeing 747, que tienen baños no solo en la parte anterior y posterior,
donde se encuentran también los espacios de trabajo del personal, sino en las
zonas cercanas a las alas.
“Los
vuelos intercontinentales son los que más facilitan los encuentros. En aquellos
más breves toca, sin embargo, echarle un poco de teatro”
El primer paso a seguir
es reservar los asientos lo más cerca posible de los baños que se
sitúan en el centro del aeroplano. Con la llegada de la noche, las azafatas
empezarán a realizar sus descansos y las luces del avión se harán también más
tenues. Basta esperar a que la gente comience a adormecersepara realizar
una pequeña escapada en pareja a los reservados. Parece simple, ¿no?
2. En el baño de un
vuelo corto
Subimos varios puntos
en el nivel de dificultad. Si tienes que viajar en los aviones típicos que las
compañías utilizan para desplazarse por Europa, como un Airbus A320 o un
Boeing 737, toca echarle mucho teatro.
Se recomienda iniciar
una discusión fingida con la pareja. En un determinado momento, uno de los
dos deberá mostrarse extremadamente enfadado, levantarse, dirigirse al baño y
cerrar la puerta como si no quisiera saber nada de la otra persona. El otro deberá
acudir compungido como si fuera a pedir disculpas. La persona artificialmente
herida dejará entrar al otro para que la discusión continúe dentro. Es el momento
para llevar a cabo el acto, aunque, eso sí, la disputa o la reconciliación
deberá continuar de forma simulada con el fin de engañar a los pasajeros. Los
auxiliares de vuelo aseguran que si la pelea se ejecuta en el tono justo, nadie
se meterá en el espacio personal de la pareja.
3. En un vuelo corto
nocturno.
Este tipo de viajes son
más típicos en los Estados Unidos donde es normal desplazarse de costa a costa
despegando por la noche y aterrizando en el aeropuerto de destino la
mañana del día siguiente. En Europa es más extraño que se den estos trayectos,
aunque una causa típica para que sucedan puede ser, por ejemplo, un
retraso.
Si el avión no está muy
lleno y la línea de tres asientos se halla completamente disponible, se pueden
levantar los reposabrazos y crear un lecho improvisado. En cuanto el
servicio de catering haya terminado y las luces se vean atenuadas puedes
utilizar una manta de viaje para cubriros y simular que estáis durmiendo juntos.
Todo lo que ocurra debajo deberá desarrollarse con cautela. Recuerda que la
gente duerme y que el sueño de los pasajeros se vuelve siempre mucho
más ligero en los aviones.
Fuente: El confidencial
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